el estudio sistemático de los manuscritos del Nuevo Testamento

P66-Juan 1,1

Un Manuscrito bíblico es una copia escrita de una porción de texto de la Biblia. La palabra biblia viene del griego biblia (libros); manuscrito viene del latín manu (mano) y scriptum (escrito). El manuscrito original (el pergamino original que físicamente escribió el autor) es llamado autógrafo. “Los manuscritos Bíblicos varían en tamaño: desde los diminutos rollos que contienen versos individuales de escrituras judías (ver Filacteria) hasta los grandes códices políglotas (libros multilenguajes) que contienen ambos, la Biblia Hebrea (Tanaj) y la Griega Cristiana (Nuevo Testamento), así como las obras extracanónicas.

El estudio de los manuscritos bíblicos es importante porque las copias escritas de los libros pueden contener errores. La ciencia de la crítica textual intenta reconstruir el texto original de los libros, especialmente aquellas publicadas antes de la invención de la imprenta.

Las partes del Nuevo Testamento han sido preservadas en más manuscritos que cualquier otra obra “antigua”, teniendo más de 5,800 manuscritos griegos completos o fragmentados, 10,000 manuscritos en Latín y 9,300 manuscritos en muchos otros lenguajes antiguos incluyendo siríaco, eslavo, gótico, etíope, copto y armenio. Las fechas de esos manuscritos oscilan desde 125 (el manuscrito de John Ryland, P52; el fragmento más antiguo de una copia de Juan) hasta la introducción de la imprenta en Alemania en el siglo XV. La gran mayoría de esos manuscritos datan de después del siglo X. Porque hay más manuscritos del Nuevo Testamento que cualquier otro escrito (solamente tenemos 10 copias de ‘Las Guerras Gálicas’ de Julio César), los Apologistas cristianos como Josh Mcdowell y Norman Geisler afirman que para cualquier literatura, el Nuevo Testamento es un testimonio confiable al texto original.2 3 4 El Erudito textual Bart Ehram no esta de acuerdo: “Es verdad, claro, que el Nuevo Testamento es abundantemente atestiguado en los manuscritos producidos a través de las edades, pero la mayoría de esos manuscritos son siglos muy aparte de los originales, y ninguno de ellos perfectamente fiel. Todos ellos contienen errores – en total muchos miles de errores. No es tarea fácil reconstruir las palabras originales del Nuevo Testamento…”.5 En referencia a la evidencia textual del Nuevo Testamento, Bruce M. Metzger escribió,

“En evaluación a esas estadísticas significantes… se debe considerar, por el contrario, el número de manuscritos que presentan el texto de los clásicos antiguos. La Ilíada de Homero… esta conservada en 457 papiros, 2 manuscritos en Unciales, y 188 manuscritos en Minúscula. Entre las tragedias, los testimonios de Eurípides son los más abundantes; sus obras existentes están preservadas en 54 papiros y 276 manuscritos en pergamino, casi todos de fecha posterior a partir del período bizantino… el tiempo entre la composición de los libros del Nuevo Testamento y las primeras copias existentes es relativamente breve. En lugar de un lapso de un milenio o más, como es el caso de unos cuantos autores clásicos, se conservan varios manuscritos en papiro de las porciones del Nuevo Testamento las cuales fueron copias dentro de un siglo o más después de la composición de los documentos originales”.6

Cada año, se descubren varios manuscritos escritos en el formato original griego. Uno de los últimos hallazgos importantes fue en 2008, cuando fueron descubiertos 47 manuscritos nuevos en Albania; por lo menos 17 de ellos desconocidos por los eruditos occidentales.7

Cuando se compara un manuscrito con otro, con la excepción de los fragmentos más pequeños, no existen dos copias totalmente de acuerdo en todo. Nótese, sin embargo, que una única diferencia impide un acuerdo. Se ha registrado un estimado de entre 400.000 variaciones entre todos estos manuscritos (del siglo II al siglo XV), que son más que palabras en el Nuevo Testamento. Esto es menos importante de lo que parece, ya que es una comparación a través de las fronteras lingüísticas. Las estimaciones más importantes se centran en la comparación de los textos en idiomas. Esas variaciones son considerablemente menos. La gran mayoría de estos son errores accidentales realizados por los escribas, y son fácilmente identificables como tales: una palabra omitida, una línea duplicada, una falta de ortografía, un reordenamiento de palabras, etc. Algunas variaciones implican cambios aparentemente intencionales, que a menudo hacen más difícil la determinación de si fueron correcciones de ejemplares mejores, armonizaciones entre las lecturas, o motivaciones ideológicas.8 Paleografía es el estudio de la escritura antigua, y la crítica textual es el estudio de los manuscritos con el fin de reconstruir un texto original probable.

La dificultad en todo esto, sin embargo, es de donde vienen los manuscritos. A menudo, y especialmente en los monasterios, un conjunto es poco menos que un centro de reciclaje de manuscritos antiguos en donde las copias imperfectas e incompletas fueron almacenadas mientras el monasterio o escritorio decició que hacer con ellas.9 Existieron varias opciones. La primera era simplemente “borrar” el manuscrito y reusarlo. Esto era muy común en el mundo antiguo e incluso hasta en la Edad Media; tales manuscritos eran llamados palimpsestos. El palimpsesto mas famoso es probablemente el Palimpsesto de Arquímedes. Si esto se hacía dentro de un período corto de tiempo después que el papiro era fabricado, entonces el borrado era menos posible, ya que el papiro podría deteriorase y por lo tanto ser inservible. Cuando el lavado no era una buena opción, la segunda opción era quemarlo (puesto que contenía las palabras de Cristo y los apóstoles, profetas y santos, ellos pensaron que habían tenido un nivel mas alto de santitad que la literatura secular.9 ) Quemarlos era considerado mas reverente que simplemente tirarlos en el basurero mas cercano, a pesar de que no era algo inaudito como en el caso del Oxirrinco 840). La tercera opción era simplemente dejarlos en lo que se conoce como una tumba de manuscritos. Cuando los eruditos vienen a los depósitos de manuscritos, por ejemplo aquel en el Monasterio de Santa Catalina en el Sinaí (la fuente del Códice Sinaítico), o el Monasterio San Sabbas más allá de Belén, no encuentran bibliotecas, pero si almacenes de textos rechazados9 (en ocasiones, curiosamente, los guardan en cajas o estantes de las bibliotecas, debido a las limitaciones de espacio). Esos textos fueron inaceptables por sus errores escribas y contenías correcciones entre las líneas10 lo que es una posible evidencia de que los escribas del monasterio los compararan a lo que debería haber sido un texto maestro. Luego, los textos considerados completos y correctos, se habrían deteriorado debido a un uso intensivo y/o habían desaparecido folios, entonces serían colocados en esos depósitos. Una vez en un depósito, los insectos y la humedad contribuirían mucho al deterioro continuo de los documentos.9

Los textos copiados completa y correctamente por lo general serían puestos en uso, y así generalmente se desgastarían con bastante rapidez, lo que requeriría recopiado repetitivo. Además, porque el copiado de los manuscritos era áltamente costoso cuando requería atención de un escriba por extensos períodos, un manuscrito podría hacerse sólo por encargo, en estos casos la medida del pergamino, la escritura usada, algunas ilustraciones (elevando el costo efectivo), o si se trataba de un libro o una colección de varios, etc. sería determinado solo por los comisionados al trabajo. La idea de almacenar copias adicionales, probablemente habría sido considerada como el mejor desperdicio e innecesario, ya que la forma y la presentación de un manuscrito fueron más veces no personalizado a los gustos estéticos del comprador. Esto es parte de la razón por la que es mas probable que los eruditos encuentren segmentos incompletos de manuscritos incompletos, y a veces contradictorios, mas bien que obras grandes consistentes y completas.9

Distribución de los manuscritos griegos por siglo11

Manuscritos del Nuevo Testamento Leccionarios
Siglo Papiros Unciales Minúsculas Unciales Minúsculas
II 2
II/III 5 1
III 28 2
III/IV 8 2
IV 14 14 1
IV/V 8 8
V 2 36 1
V/VI 4 10
VI 7 51 3
VI/VII 5 5 1
VIII 8 28 4
VII/VIII 3 4
VIII 2 29 22
VIII/IX 4 5
IX 53 13 113 5
IX/X 1 4 1
X 17 124 108 38
X/XI 3 8 3 4
XI 1 429 15 227
XI/XII 33 13
XII 555 6 486
XII/XIII 26 17
XIII 547 4 394
XIII/XIV 28 17
XIV 511 308
XIV/XV 8 2
XV 241 171
XV/XVI 4 2
XV 136 194

Transmisión

La tarea de copiar manuscritos generalmente fue hecha por los escribas, quienes fueron calificados profesionales en las artes de escritura. Algunos manuscritos también fueron corregidos, y los eruditos que examinan cuidadosamente un texto pueden a veces encontrar lo original y las correcciones comparadas con manuscritos confiables. En el siglo VI, una sala especial dedicada llegó a utilizar la práctica de escritura de manuscritos e ilustraciones llamada Scriptorium, típicamente dentro de lo monasterios medievales europeos. A veces un grupo de escribas harían copias al mismo tiempo como una lectura individual del texto.12

Construcción de los Manuscritos

La preservación es una cuestión importante. Los manuscritos más antiguos del Nuevo Testamento fueron escritos en papiro, hechos de una caña que creció abundantemente en el Delta del Nilo egipcio. Esta tradición continuó hasta finales del siglo XVIII.13 El papiro eventualmente se convierte en frágil y se deteriora con la edad. El clima seco de Egipto permite que algunos manuscritos en papiro sean preservados parcialmente, pero, con la excepción del P77, no existen manuscritos en papiro del Nuevo Testamento completos; muchos consisten en una única hoja fragmentada.14 No obstante, a principios del siglo IV, el pergamino (también llamado vitela) vino a ser el medio común para los manuscritos del Nuevo Testamento.15 No fue hasta el siglo XII que el papel (hecho de algodón o fibras de plantas) fue inventado en el siglo I en China, comenzó a ganar popularidad en los manuscritos bíblicos.16

De los 476 manuscritos no-Cristianos fechados al siglo II, el 97% de los manuscritos están en la forma de rollos; sin embargo, los 8 manuscritos cristianos son códices. De hecho, la mayoría de los manuscritos del Nuevo Testamento son códices. La adaptación de la forma de códice en los textos no Cristianos no se convirtió en la dominante hasta los siglos IV y V, mostrando una preferencia de esta forma entre los Cristianos primitivos.17 El considerable tamaño de algunos libros del Nuevo Testamento (como las Epístolas de Pablo), y el mismo Nuevo Testamento, no fue adecuado al limitado espacio disponible en un rollo; en contraste a un códice que podría ser expandido a cientos de páginas.

Letra y otras características

La escritura encontrada en los manuscritos del Nuevo Testamento varía. Una manera de clasificar escritura es por formalidad: libro-a-mano contra cursiva. Lo mas formal, las obras griegas literarias fueron frecuentemente escritas incluso con un estilo distintivo, letras capitales. Menos formal la escritura consistió de letras cursivas, las cuales podrían ser escritas rápidamente. Otra manera de dividir la escritura es entre uncial (o mayúscula) y minúscula. Las letras unciales fueron consistentemente altas entre la línea de la base y la línea más alta, mientras las letras minúsculas tenían ascendentes y descendentes que se trasladaron entre la línea de la base y la asta ascendente. Generalmente hablando, las mayúsculas eran más antiguas que las minúsculas, con una línea divisoria aproximadamente en el siglo XI.18

Los manuscritos más antiguos tuvieron difícilmente, si acaso, puntuación o marcas. Los manuscritos también carecían de espacios entre palabras, así que las palabras, oraciones y párrafos serían una cadena continua de letras (escritura continua), frecuentemente con saltos de línea en la mitad de las palabras. Se reducían los esfuerzos costosos, y era una manera de reducir el número de páginas que eran usadas para ahorrar espacio. Otro método empleado fue abreviar las palabras frecuentemente, como la nomina sacra. Sin embargo se envolvió el palimpsesto, un manuscrito que era reciclado de un manuscrito más antiguo. Los eruditos utilizando cuidadosa examinación a veces pueden determinar que fue originalmente escrito en el material de un documento antes que fuera borrado para prepararlo para un texto nuevo (por ejemplo el Códice de Efrén Reescrito y el Palimpsesto Sinaítico

Los libros originales del Nuevo Testamento no tienen títulos, encabezamientos, o divisiones en los versículos y capítulos, Esos fueron desarrollados años después como “ayuda para los lectores”. Las Secciones Amonianas fueron un sistema antiguo de división escrita al margen de muchos manuscritos. Los Canones de Eusebio fueron una serie de tablas que agruparon historias paralelas entre los evangelios. Después 400 fueron usados κεφαλαια.

Los manuscritos vinieron a ser mas floridos en los últimos siglos, desarrollaron una tradición rica los manuscritos ilustrados incluyendo los famosos Evangelarios irlandeses, el Libro de Kells y el Libro de Durrow.

Catalogación

Una página de los Evangelios de Sinope. La miniatura en la parte inferior muestra a Jesús sanando a los ciegos.

Erasmo de Rotterdam compiló la primera edición impresa del Nuevo Testamento en Griego en 1516, basando su trabajo en varios manuscritos porque el no tenía una obra única completa y porque cada manuscrito tenía pequeños errores. En el siglo XVIII Johann Jakob Wettstein fue uno de los primeros eruditos bíblicos que inició la catalogación de manuscritos bíblicos. El dividió los manuscritos basado en la escritura utilizada (uncial, o minúscula) o formato (leccionarios) y basados en contenido (Evangelios, Cartas de Pablo, Hechos + Epístolas generales, y el Libro de Revelación). Le asignó las letras unciales y minúsculas y números leccionarios a cada grupo de contenido, lo cual resultó en que los manuscritos estivieran asignados a la misma letra o número.19

Para los manuscritos que contienen todo el Nuevo Testamento, como el Códice Alejandrino (A) y el Códice de Efrén Reescrito (C), las letras corresponden a agrupaciones. Sin embargo, de manera significativa, un manuscrito antiguo tal como es el Códice Vaticano Griego 1209 (B), el cual no contiene Revelación, la letra B también se le asignó a un manuscrito de finales del siglo X, creando así confusión. Constantin von Tischendorf encontró una de las copias completas de la Biblia más antiguas, el Códice Sinaítico, más de un siglo después fue introducido el sistema de catalogación de Wettstein. Porque sintió que el manuscrito era muy importante, Von Tischendorf le asignó la letra hebrea aleph (א). Eventualmente fueron encontrados muchos unciales en los que todas las letras del alfabeto latino habían sido usadas, y los eruditos se pasaron primero al alfabeto griego, y empezaron reutilizando caracteres agregándoles una letra superíndice. También existió confusión en las Minúsculas, en donde hasta siete manuscritos diferentes podrían tener el mismo número o un manuscrito individual del Nuevo Testamento Completo podría tener 4 números diferentes para describir las diferentes agrupaciones.20

Von Soden

Hermann, Freiherr von Soden publicó un sistema de catalogación complejo para los manuscritos en 1902-10.21 El agrupó los manuscritos basados en el contenido, asignándoles un prefijo griego: δ para el Nuevo Testamento completo, ε para los Evangelios, y α para el resto de partes. Esta agrupación, sin embargo, fue deficiente porque algunos grupos de manuscritos en δ no contenían Revelación, y varios manuscritos agrupados en α contenían ya sea las epístolas generales o las Epístolas de Pablo, pero no ambas. Después el prefijo griego, Von Soden le asignó un numeral que aproximadamente correspondía a la fecha (por ejemplo en δ1-δ49 estaban antes del siglo X, δ150-δ249 para el siglo XI). Este sistema resultó ser problemático cuando los manuscritos eran re-fechados, o cuando eran descubiertos más manuscritos que el número de espacios asignados a un siglo exacto.22

Gregory-Aland

Caspar René Gregory publicó otro sistema de catalogación en 1908 en Die griechischen Handschriften des Neuen Testaments, el cual es el sistema aún en uso hoy. Gregory dividió los manuscritos en 4 grupos: papiros, unciales, minúsculas y leccionarios. Esta división es en parte arbitraria. El primer grupo esta basado en el material físico (papiro) usado en los manuscritos. Las segundas dos divisiones están basadas en escritura: uncial y minúscula. El último grupo esta basado en contenido: leccionario. La mayoría de los manuscritos en papiro y los leccionarios antes del año 1000 eran escritos en unciales. Sin embargo, existe algo de coherencia en que la mayoría de los papiros son muy antiguos porque el pergamino vino a reemplazar al papiro en el siglo IV (aunque el último papiro data al siglo XVIII). De manera similar, la mayoría de los unciales datan antes del siglo XI, y la mayoría de las minúsculas después.23

Gregory le asignó a los papiros un prefijo de la letra P, frecuentemente escrita en escritura de letra gótica ({\mathfrak  {P}}n), con un número superíndice. A las unciales se les dio un prefijo de el número 0, y las letras establecidas para los manuscritos mayores, conservadas por la redundancia (p.ej. el Códice Claromontano está asignados a ambos 06 y D). A las minúsculas se les dio números simples, y los leccionarios fueron pecedidos con la l frecuentemente escrita el carácter (). Kurt Aland continuó la catalogación de Gregory a través de los 1950s y más allá. Por ello, el sistema de numeración frecuentemente se refiere a “la numeración Gregory-Aland”. Los manuscritos más recientes agregados a cada grupo son {\mathfrak  {P}}124, 0318, 2882, y 2281. Debido al legado y porque algunos manuscritos que inicialmente eran numerados separadamente se descubrió que eran del mismo códice, hay algo de redundancia en la lista (por ejemplo el Papiro Magdalena tiene ambos números {\mathfrak  {P}}64 y {\mathfrak  {P}}67).24

La mayoría de la crítica textual del Nuevo Testamento concuerda con los manuscritos griegos porque los eruditos creen que los libros originales del Nuevo Testamento fueron escritos en griego. Sin embargo, el texto del Nuevo Testamento también se encuentra, a la vez traducido en manuscritos de muchos diferentes idiomas (llamados versiones), y citado en manuscritos de los escritos de los Padres de la Iglesia. En el aparato crítico del Nuevo Testamento griego, se le asigna una serie de prefijos designados a versiones diferentes de idiomas (it para latín antiguo, letras minúsculas para los distintos manuscritos en latín antiguo, vt para la Vulgata, lat para latín, sys para Palimpsesto sinaítico syc para los evangelios curetonianos, syp para la Peshitta, co para Copto, ac para Akhmimic (Panápolis), bo para Bohairic, sa para Sahidic, arm para Armenio, geo para Georgiano, got para Gótico, aeth para Etíope, and slav para el Eslavo Eclesiástico antiguo.)25

Fechado de los manuscritos del Nuevo Testamento

Una ilustración de un Escriba europeo en su trabajo

Los libros de Nuevo Testamento parecen haber sido completados en el Siglo I. Sin embarbo, los manuscritos originales de los libros del Nuevo Testamento no sobrevivieron hasta hoy. Los Autógrafos fueron perdidos o destruídos hace mucho tiempo. Los que sobreviven son copias de los originales. Generalmente hablando, esas copias fueron hechas siglos después de las originales, de otras copias mas bien que de las autógrafas. La Paleografía, una ciencia para fechar los manuscritos por medio de análisis tipólógicos de sus escrituras, es la más precisa y objetiva conocida para determinar la edad de un manuscrito. Los grupos de escritura pertenecen tipológicamente a su generación; y los cambios pueden ser notados con gran precisión dentro de períodos de tiempo relativamente cortos. La datación de un material manuscrito por una prueba de radiocarbono requiere que una pequeña parte del material sea destruído en el proceso; es menos preciso que el fechado de la paleografía.26 Ambos fechados, radiocarbono y paleográfico únicamentedan dan un rango de fechas posibles, y aún es objeto de debate hasta que punto puede ser este rango. El fechado establecido por la datación de radiocarbono puede presentar un rango de 10 a 100 años. De manera parecida, el fechado establecido por la paleografía puede presentar un rango de 25 a 125 años.27

Primeros manuscritos existentes

El primer manuscrito de un texto del Nuevo Testamento es un fragmento del tamaño de una tarjeta de visita del Evangelio de Juan, el Papiro 52 de la Biblioteca de Rylands, el cual data de la primera mitad del Siglo II. Las primeras copias de un libro del Nuevo Testamento aparecen cerca del año 200, y la copia completa más antigua del Nuevo Testamento, el Códice Sinaítico data del Siglo IV.28 La siguiente tabla enlista los testimonios manuscritos existentes primitivos de los libros del Nuevo Testamento.

Libro El Manuscrito
más antiguo existente
Fecha Condición
Mateo P64, P67, P104 c. 200 Fragmentos
Marcos P45 c. 250 Fragmentos grandes
Lucas P4, P75 c. 200 Fragmento
Juan P52 c. 125-160 Fragmento
Hechos P38, P45, P91, P48 Principios del siglo III29 Fragmento
Romanos P46 c. 175-225 Fragmentos
1 Corintios P46 c. 175-225 Fragmentos
2 Corintios P46 c. 175-225 Fragmentos
Epístola a los Gálatas P46 c. 175-225 Fragmentos
Efesios P46 c. 175-225 Fragmentos
Filipenses P46 c. 175-225 Fragmentos
Epístola a los Colosenses P46 c. 175-225 Fragmentos
1 Tesalonicenses P46 c. 175-225 Fragmentos
2 Tesalonicenses P92 Siglo III/IV Fragmento
1 Timoteo א c. 350 Completo
2 Timoteo א c. 350 Completo
Tito P32 c. 200 Fragmento
Filemón P87 Siglo III Fragmento
Hebreos P46 c. 175-225 Fragmentos
Santiago P23, P20 Siglo III Fragmento
1 Pedro MS 19330 Siglo III Fragmentos
2 Pedro P72 Siglo III/IV Fragmentos
1 Juan P9 Siglo III Fragmento
2 Juan 0232 Siglo III/IV Fragmento
3 Juan א c. 350 Completo
Judas P72 Siglo III/IV Fragmentos
Revelación P98 Siglo II Fragmento
Revelación P115 Siglo III Fragmento

Crítica textual

Artículo principal: Crítica textual

La necesidad de aplicar la crítica textual a los libros del Nuevo Testamento surge por dos circunstancias: ninguno de los documentos originales es exacto, y las copias existentes difieren una de otra. La crítica textual pretende comprobar de diversas copias cual de los textos debería ser considerado como el más cercano conforme al original.31 El Nuevo Testamento ha sido preservado en tres manuscritos tradiciones de manuscrito principales: los del siglo IV tipo textual alejandrino, el tipo textual occidental, también muy cercano, pero propenso a parafrasear y a otras corrupciones; y el tipo textual bizantino, el cual incluye cerca del 80% de todos los manuscritos, la mayoría comparativamente avanzada en la tradición.

Desde mediados del siglo XIX, el eclecticismo, en el que no hay una prioridad parcial a un solo manuscrito, ha sido el método dominante de edición al texto griego del Nuevo Testamento (actualmente, Las Sociedades Bíblicas Unidas, 4a. ed. y Nestle-Aland, 27a ed.). En la crítica textual, el eclecticismo es la práctica de examinar un número amplio de testimonios textuales y seleccionar la variante que parece mejor. El resultado del proceso es un texto con lecturas elaboradas de varios testimonios. En un enfoque puramente eclético, no es favorecido teoréticamente un solo testimonio. En cambio, la crítica forma opiniones sobre testimonios individuales, se apoya en amba evidencia, interna y externa. Aun así, el manuscrito más antiguo, siendo los del tipo textual alejandrino, son los más favorecidos, y el texto crítico tiene una disposición alejandrina.32 Las traducciones modernas del Nuevo Testamento se basan en esas copias.

Listas

¿Cómo se datan los manuscritos antiguos?

¿Cómo podemos saber si los libros del Nuevo Testamento contienen el mensaje de los documentos originales ya que éstos no existen hoy? ¿Se ha podido conservar los libros bíblicos y su mensaje como eran originalmente?

La evidencia de los manuscritos para obras seculares

El documento del primer siglo de Flavio Josefo de Las guerras judías sobrevive en solamente nueve manuscritos completos los cuales fechan desde el siglo V d.C. — (cuatro siglos después de la fecha del original! Los anales del Roma imperial, una de las fuentes principales para la historia del mundo romano durante los tiempos neotestamentarios, sobrevive en forma parcial en solamente dos manuscritos los cuales fechan en la Edad Media. La Historia de las Guerras del Peloponeso de Tucídides sobrevive en ocho copias. Existen diez copias del Comentario a las guerras de las galias de Julio César y siete copias de las obras filosóficas de Platón. La ilíada de Homero con 647 copias existentes tiene la evidencia de los manuscritos más impresionante de cualquier obra secular.

La evidencia de los manuscritos bíblicos

El conteo más reciente (1980) de los manuscritos neotestamentarios indica 5,366 manuscritos individuales en griego. Entre estos hay fragmentos antiguos, códices unciales y minúsculos.

Entre los casi 3,000 fragmentos en minúsculos hay 34 copias completas del Nuevo Testamento las cuales fechan desde el siglo noveno al quince, y los manuscritos unciales con los libros del Nuevo Testamento virtualmente completo remontan al siglo IV d.C. y aun antes. El Códice Sinaítico está fechado para el 340 d.C. y el Códice Vaticano, el más antiguo y casi completo, fecha entre 325 y 350 d.C. El Códice Alejandrino contiene todo el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento casi completo y fecha desde las postrimerías del siglo IV a los principios del V.

Los Papiros Chester Beatty, manuscritos escritos sobre un material parecido al papel pero hecho de bejucos o caños de papiro, contienen casi todo el Nuevo Testamento y son fechados para el año 250 d.C. La colección de los Papiros Bodmer II que fechan del año 100 d.C. o más temprano contienen los primeros catorce capítulos del Evangelio de Juan y mucho de los últimos siete capítulos.

El hallazgo más sorprendente de todo es un pequeño fragmento del Evangelio de Juan 18:31-33 descubierto en Egipto. Este Papiro John Rylands es la copia más antigua de cualquier parte del Nuevo Testamento. En base a los estudios paleográficos se fecha para 117-138 d.C., aunque pudiera ser aun más antigua.

 

Hay que recordar que la mayoría de las copias en papiro es fragmentaria. Pero es significativo que cerca de 50 manuscritos tienen el Nuevo Testamento completo.

Versiones antiguas del Nuevo Testamento y las citas patrísticas

La confiabilidad de los manuscritos puede ser comparada también a las versiones o traducciones antiguas del Nuevo Testamento y las citas de los padres de la Iglesia. Para los siglos II y IV se había traducido el Nuevo Testamento en varios idiomas, incluyendo el latín, copto, siríaco, armenio y georgiano. Las traducciones de los manuscritos del griego se llaman versiones las cuales ayudan a los estudiosos contemporáneos a contestar las preguntas acerca de los documentos en griego.

Además, existen fuentes antiguas extrabíblicas que contienen largos pasajes bíblicos, tales como los catecismos, leccionarios y citas de los padres de la Iglesia. Afirma el estudioso y teólogo Bruce Metzger en su libro “que si todas las otras fuentes de nuestro conocimiento del texto del Nuevo Testamento fueran destruidas, [las citas patrísticas] bastarían por sí solas para la reconstrucción de prácticamente todo el Nuevo Testamento.”

 

El veredicto basado en la evidencia de los numerosos manuscritos

Existen cerca de 300,000 variantes del texto neotestamentario en los manuscritos. La mayoría de estos variantes son de poca importancia, pues son errores de ortografía, frases invertidas y cosas semejantes. De los restantes casi todos pueden ser resueltos mediante la práctica de la crítica textual.

Evolución de la paleografía griega

Un monje benedictino llamado Bernard de Montfaucon (1655-1741) puso el fundamento para el estudio sistemático de los manuscritos griegos.

La paleografía y la diplomática nacen como ciencia en Francia, fruto de los estudios científicos que a fines del siglo xvii conforman la cultura europea. Fueron los monjes benedictinos de San Mauro quienes hicieron de la abadía de Saint-Germain des Près un centro de gran erudición. En él, Jean Mabillon dedicó seis años de profundo estudio en los archivos monacales de Francia, Italia y Alemania. El problema surge cuando se declaran falsos documentos conservados en los monasterios franceses y entre ellos, diplomas merovingios del de Saint-Denis. Por investigar si hay o no falsedad en estos documentos Mabillon comienza con la observación de un gran número de documentos, cuya autoridad crítica analiza la estructura libraria e introduce la distinción sistemática de los diversos estilos escriturísticos y el tiempo en que fueron utilizados. Distingue entonces dos clases de escritura, una libraria, en códices, y otra diplomática, en documentos. La libraria la divide en: Romana, antigua, gótica, Salónica, francogálica y lombarda y en la romana distingue mayúscula, minúscula y uncial. Pone énfasis en sus puntos de vista sobre abreviatura, ortografía y signo de puntuación.

La obra de Mabillon es eminentemente diplomática como lo podemos observar en los datos mencionados, sobre todo en la intención del autor (comprobar la autenticidad de un documento). Sin embargo encontramos grandes aportes paleográficos en algunos capítulos de la obra de modo que puedan ser considerados como el primer tratado de paleografía.

En el siglo XX, los paleógrafos tuvieron a su disposición nuevos instrumentos de trabajo, como una lista que elaboró Marcel Richard en la que figuran 900 catálogos que describen 55.000 manuscritos griegos, tanto bíblicos como seculares, pertenecientes a 820 bibliotecas o a colecciones privadas.

Método de datación

La mayoría de los escribas no fecharon las copias de los manuscritos bíblicos. Por ello, a fin de determinar el tiempo aproximado en que se hicieron, los especialistas cotejan los textos con otras obras, inclusive documentos extrabíblicos cuyas fechas se conocen, y llegan a conclusiones basándose en la escritura, la puntuación, las abreviaturas, etc. No obstante, se cuenta con cientos de manuscritos griegos fechados, los cuales oscilan entre los años 510 y 1593.

Qué dice la escritura

Los paleógrafos dividen la antigua escritura griega en dos categorías generales: la escritura libraria, elegante y formal, y la cursiva, de trazos enlazados, utilizada en documentos no literarios. Los escribas griegos empleaban varios estilos de letras, que se clasifican en capitales, unciales (una variante de la anterior), cursivas y minúsculas. Una forma de escritura libraria, la uncial, se utilizó desde el siglo IV antes de la era común (a.e.c.) hasta el siglo VIII o IX de la era común. La escritura minúscula, una forma de escritura libraria más pequeña, se utilizó desde el siglo VIII o IX hasta mediados del XV, cuando se inventó en Europa la imprenta de tipos móviles. La escritura minúscula era más compacta y se escribía con mayor rapidez, lo que ahorraba tiempo y espacio.

Todos los paleógrafos tienen sus métodos preferidos a la hora de datar los manuscritos. En general, suelen echar un vistazo a la escritura para obtener una visión de conjunto y luego pasan a analizar con mayor detenimiento cada una de las letras. Dado que los cambios importantes en la escritura normalmente se producen en un período largo de tiempo, su examen minucioso, aunque útil, proporciona solo indicios de la época en que se escribió.

Afortunadamente, existen otras vías para realizar una datación más certera, entre ellas reconocer y determinar cuándo comenzaron a emplearse ciertas técnicas de escritura. Por ejemplo, a partir del año 900, los escribas utilizaron con más frecuencia las ligaduras (dos o más letras ligadas) en los textos griegos. Además comenzaron a utilizar una escritura sublinear (letras griegas colocadas debajo de las palabras), así como signos que marcaban la aspiración de las vocales, denominados espíritus.

La caligrafía de una persona suele permanecer invariable a lo largo de su vida; por ello, no se puede precisar la fecha de escritura de los textos con un margen de error inferior a cincuenta años. Para colmo, los amanuenses a veces utilizaban manuscritos anteriores como modelo, lo que hacía que las copias parecieran más antiguas.

Se datan importantes manuscritos bíblicos griegos

El Códice Alejandrino, conservado en la Biblioteca Británica, fue el primer manuscrito bíblico importante que se puso a disposición de los estudiosos. Este códice, escrito en letras unciales sobre vitela —un tipo muy fino de pergamino—, contiene la mayor parte de la Biblia. Los expertos lo datan de principios del siglo V, principalmente debido a los cambios que tuvieron lugar en la escritura uncial entre los siglos V y VI, como atestigua el documento fechado Dioscórides de Viena.*

Otro manuscrito importante que los eruditos pueden consultar es el Códice Sinaítico, adquirido por Tischendorf en el monasterio de Santa Catalina. Este pergamino uncial contiene parte de las Escrituras Hebreas de la versión griega de la Septuaginta y las Escrituras Griegas Cristianas completas. Se conservan 43 folios en Leipzig (Alemania), 347 en la Biblioteca Británica de Londres y fragmentos de otros tres folios en San Petersburgo (Rusia). El manuscrito ha sido datado de la segunda mitad del siglo IV fundamentándose en las tablas marginales, o cánones, introducidos en los Evangelios por Eusebio de Cesarea, historiador del siglo IV.*

Una tercera obra clave es el Códice Vaticano 1209, que en un principio contenía toda la Biblia en griego. Apareció por primera vez en el catálogo de la Biblioteca Vaticana en 1475. Sus 759 folios de vitela están escritos en unciales y albergan casi toda la Biblia; solo faltan gran parte del Génesis, parte de los Salmos y fragmentos de las Escrituras Griegas Cristianas. Los entendidos afirman que data de la primera mitad del siglo IV. ¿Cómo llegan a esa conclusión? La escritura es similar a la del Códice Sinaítico, que es de ese mismo siglo. Con todo, el Códice Vaticano se considera por lo general un poco más antiguo, entre otras razones porque carece de las referencias que concibió Eusebio.

Un tesoro rescatado de la basura

En 1920, la Biblioteca John Rylands de Manchester (Inglaterra) adquirió gran cantidad de papiros recién desenterrados de un viejo basurero egipcio. Al examinar los documentos, entre los que se contaban cartas, recibos y censos, el investigador Colin Roberts reconoció las palabras escritas en uno de los fragmentos: se trataba de unos cuantos versículos del capítulo 18 de Juan… ¡el texto cristiano más antiguo de que se tenía constancia en aquel tiempo!

El fragmento llegó a conocerse como el Papiro Rylands 457, designado internacionalmente como P52. Fue escrito en unciales griegas y data de principios del siglo II, a solo pocas décadas de la fecha en que se escribió el Evangelio de Juan. Cabe destacar que el texto coincide casi en su totalidad con el que se halla en manuscritos más tardíos.

 

[Notas]

Paleografía, en sentido amplio, es el estudio y análisis de los documentos que se escribieron en las edades antigua y media. Cabe entender la paleografía de forma más restringida como el estudio de los documentos que se han escrito sobre materiales perecederos como el papiro, las tablillas enceradas, el pergamino, el cuero y el papel.”

(Enciclopedia Encarta.)

La paleografía (del idioma griego παλαιός : palaiós, ‘antiguo, viejo’ y γράφειν: graphein, ‘el escrito’ o γράφεια: graphía, ‘escritura’) es el estudio de las escrituras antiguas; es la ciencia que se encarga de descifrar las escrituras antiguas y estudiar su evolución, así como datar, localizar y clasificar los diferentes testimonios gráficos objeto de estudio.

Ciencias estrechamente relacionadas con la paleografía, y hasta cierto punto subordinadas a ella, son la epigrafía, la bibliología, la diplomática y la numismática, las cuales no se limitan al estudio de los caracteres gráficos de sus objetos materiales sino que examinan la autenticidad, el estilo, el formulismo y otras particularidades de los documentos sobre los que versan. Esta ciencia se divide en:

  • paleografía general, que se ocupa de toda clase de manuscritos, papiros o códices antiguos. Puede subdividirse en:
    • vulgar o común, que sólo trata de leer y descifrar los escritos.
    • crítica, que estudia la autenticidad y fecha del escrito atendiendo únicamente a sus elementos gráficos.
  • paleografía especializada, que se limita a los escritos y demás monumentos literarios que son propios de otras ciencias estrechamente relacionadas con la paleografía. Se subdivide en:

Papyrus_47_Rev_13,16-14.4

El Papiro 47, (Gregory-Aland) lo simbolizó, {\mathfrak  {P}}47, es una copia antigua del Nuevo Testamento en griego. Es un manuscrito en papiro del Libro de Revelación, contiene Rev: 9:10-11:3; 11:5-16:15; 16:17-17:2. El manuscrito paleográficamete ha sido asignado al siglo III.

El texto griego de este códice es una representativa del Tipo textual alejandrino. Aland lo atribuyó como un texto normal, y lo ubico en la Categoría I.1

El texto de este manuscrito es más cercano al Códice Sinaítico, y ambos son testimonios para uno de los tipos textuales antiguos del Libro de Revelación.1 2 Otro tipo está presentado por los manuscritos Papiro 115, el Códice Alejandrino, y el Códice de Efrén Reescrito.

Actualmente se encuentra en la Biblioteca Chester Beatty (Inv. 14. 1. 527) en Dublín.

 

Una respuesta a “el estudio sistemático de los manuscritos del Nuevo Testamento”

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