La circulación de armas en R.D. Congo y en los Grandes Lagos siguen siendo una plaga. Existe una red de tráfico que viola el embargo ; tráfico que constituye una de las causas principales de los conflictos en RDC y en la región. Este comercio macabro alimenta perfectamente a mucha gente. El Grupo de investigación e información sobre la paz y la seguridad, GRIP, instalado en Bruselas, acaba de publicar un informe abrumador, firmado por Georges Berghezan, que afirma que esta situación persiste a pesar de todas las resoluciones de la ONU. Apunta directamente a Rwanda, Libia y a países del este de Europa, sin olvidar a los antiguos beligerantes de la guerra de agresión de 1998-2003 en RDC. De pasada, se detiene en las rivalidades y bazas regionales e internacionales entre Francia y EE.UU, para explicar justamente las razones de la ineficacia del embargo, tantas veces violado. En el momento en que en Goma se reflexiona sobre la paz, seguridad y desarrollo en los dos Kivu, este informe, publicado el 3 de diciembre de 2007 sobre la red de tráfico de armas, es oportuno.
Dará motivos para que los participantes reflexionen y no se paren en un examen superficial de la situación. El informe constituye una verdadera invitación para que vayan al fondo de los asuntos, ya que, una vez más, la RDC está en el centro de intereses regionales e internacionales. El informe del GRIP afirma que el trafico de armas hacia el este de la RDC no ha cesado, al menos hasta agosto de 2007, tanto por vía naval como aérea, con la bendición de numerosos Estados, tanto africanos como europeos y americanos. A pesar de las resoluciones de la ONU, el tráfico hacia Ituri y los Kivu ha gozado de buena salud. GRIP cita los informes de expertos de la ONU que denunciaron en varias ocasiones la violación del embargo, indicando nombres y apellidos, movimientos armados, países concernidos. Desdichadamente no se ha adoptado sanción alguna. La plaga persiste y cuasa víctimas, desestabiliza la región, sin que diversas iniciativas de paz aporten una solución duradera.